lunes, 24 de mayo de 2010

Celeria dio la vuelta al sol.

Tenemos un año de esfuerzos, un año de músicas, un año de te de durazno, de experimentar, de construir, un año de eregir, un año de lucha, un año de descansos, un año de cargar guitarras, un año de regar las plantas, un año de barrer el piso, un año desde el polvo que haciamos huir con el turbo, un año de hacer existir todo aquello que necesitabamos existiese, un año de cantar con la luz apagada, de tratar de ver en los ojos del otro una simple carta de carton que tiene guardada en su bolsillo, un año de velas, un año de cortar botellas y de doblar hojas en 8 partes, un año desde que no habia luz, desde que no habia espacio, desde que no habia mesas, desde que no habia sillas, desde que no habia instumentos, ni lienzos, ni caballetes, ni arcilla, un año desde que en celeria, no habia GENTE.

Un año desde entonces, somos lo que somos ahora, y que somos ? Creo que somos algo muy similar a la definicion actual de agujero negro. Somos una singularidad en el universo, que a mi manera de verlo, hay que cuidar por sobre muchas otras cosas que tan poco importan, que poder sentarte a narrar historias al rededor del fuego, un domingo por la tarde, con un mate en la mano, y la sensación de que estamos inevitablemente condenados, a dejar algo hermoso en este mundo, sea para devolverle todo lo que nos dio y pagar la renta, o como para rebelarnos contra la falta de todo aquello que lentamente, sentimos perdiendose, en lo mediocre.

Somos tal punto singular, donde la luz y la masa, de alguna manera, no funcionan como en el resto de los puntos, es inevitable que en tal punto, algo magico, suceda.

Algo de la indole del arte.



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